+1 234 567 8910
Recopilación de la web: Patricia Pérez Sepúlveda
“Tenemos las hetairas para el placer; las concubinas para el uso diario y las esposas de nuestra misma clase para criar a los hijos y cuidar la casa”. DEMÓSTENES
INTRODUCCION:
a.- Encuadre del tema:
Grecia clásica o Época Clásica se denomina al período de la historia de Grecia comprendido entre la revuelta de Jonia en el año 499 a, de C, (fin de la época arcaica), hasta el reinado de Alejandro Magno 336 a. de C a 323 a. de C cuando comienza la época helenística. o de un modo más genérico, a los siglos V y IV antes de cristo.
Geopolíticamente corresponde al período de las ciudades estado, independientes política y culturalmente, por tanto no existe una cultura griega propiamente tal, sino una cultura de Tesalia, de Minos, de Atenas, de Esparta, de Rodas, de Creta, de Epiro, de Macedonia, de Efeso, de Mileto, entre otras, cuyo nexo era el Mar Egeo.
El imperio romano, fue el periodo de la civilización romana posterior a la República y que abarca desde el año 27 antes de Cristo hasta el 476 después de Cristo en el imperio romano de occidente y hasta el 1453 después de Cristo en el Imperio romano de oriente. Hablamos de casi 15 siglos.
Geopolíticamente, en su apogeo controló un territorio que abarcaba desde el océano atlántico por el oeste hasta las orillas de mar Caspio y Rojo al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las orillas de los Ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. La conquista involucró el sincretismo religioso, político, artístico y cultural de roma con múltiples pueblos, lo que también generó una distribución diversa de lo que podría definirse como el rol de la mujer. Incluso, puede observarse que el territorio de la Grecia clásica, fue parte del Imperio Romano posteriormente.
De este modo, acotaré la siguiente plancha a 3 subtemas:
- El rol de la mujer en la Grecia clásica, con ejemplos de Atenas.
- El rol de la mujer en la Grecia clásica en Esparta.
- El rol de la mujer en Roma ciudad , en el Imperio Romano de Occidente.
Esta precisión excluye, hablar de mujeres significativas como Safo de Metilene por ejemplo quien vivió en el período de la Grecia Arcaica, o de Hipatia del Alejandría que vivió 6 siglos después, dentro del imperio romano, pero no en Roma.
b.-) El rol de la mujer.
Como señala Ana María Stuven, del Instituto de Historia, en los años 60, la tercera ola del movimiento feminista, denunció la discriminación contra la mujer y la invisibilidad de la misma en la historia escrita por los hombres. Desde esos años, tomó relevancia la definición teórica e histórica del rol de la mujer en la sociedad, pero con una cierta tendencia reinvindicativa y antimasculina. Superada, al menos desde la academia, esa primera tendencia, los estudios de género han permitido ir más allá del reconocimiento de la invisibilización femenina en la historia política, sino escudriñar y encontrar figuras relevantes , valorando los espacios que han ocupado y recorrer los caminos de expansión que ha seguido el colectivo femenino, hasta la época actual, no sin dificultad, por el rol multitarea de su desempeño, con las demandas crecientes de la actual vida laboral y desarrollo profesional.
DESARROLLO:
EL ROL DE LA MUJER EN ATENAS
La gran mayoría de las mujeres libres de la Hélade, a excepción del caso de Esparta, tenían elementos en común: Las mujeres, aunque libres, no eran consideradas ciudadanas de pleno derecho. A diferencia de los metecos (extranjeros libres) y los esclavos, no podía convertirse nunca en ciudadanas. Si bien podían transmitir la ciudadanía, siempre estaban a cargo de un hombre, el Kyrios o el señor, inicialmente su padre, luego, su marido, si enviudaba su hijo, su hermano u otro pariente hombre. Vivían en la polis pero carecían de los derechos políticos que conllevaban los deberes básicos de participación en lo político y en lo militar, exclusivos para el sexo masculino.
Ya desde la Grecia antigua, se distinguen diferentes tipos de mujeres con roles también distintos, de acuerdo al estatus socioeconómico, nacionalidad, raza y condición civil: Esposas, concubinas, heteiras, prostitutas, esclavas y sacerdotisas.
a.- Esposa o gyné: El destino general de la gran mayoría de las mujeres griegas. A pesar de ser mujeres libres, se encontraban recluidas al espacio privado, al hogar (oikos), y dentro de él, al gineceo, una serie de habitaciones lejanas a la calle donde transcurría su vida. El rol de lo femenino y la finalidad de una joven era casarse y dedicarse al hogar y a la procreación de hijos legítimos.
Aristóteles no estaba de acuerdo con Platón sobre el tema de si las mujeres deberían ser educadas, pero ambos, sin embargo, consideran a las mujeres como inferiores, excesivamente emocionales, asociadas al desastre y la traición. Esta visión se refleja incluso en la personalidad y carácter atribuido a las deidades femeninas.
Los únicos eventos fuera del oikos era la participación en funerales, bodas y las fiestas dedicadas a Deméter y Perséfone, las Tesmoforias. Precisamente, al participar en los ritos religiosos lograban cierta relevancia.
Las bodas se celebraban con fines económicos, políticos y de prestigio, y los hombres de la casa las decidían, eligiendo a la novia y estableciendo el patrimonio a aportar con el padre de ésta, estipulando el matrimonio en privado, en presencia de dos testigos. La mujer, como un bien, pasaba de las manos del padre a las del marido.
El divorcio solamente lo podían solicitar los hombres, que podían llevar a la novia a los òikos paternos cuando quisieran, por cualquier motivo, pero devolviendo los bienes. El hombre podía cometer adulterio sin pagar pena alguna, a diferencia de las mujeres que, en cambio, eran castigadas con penas muy severas.
Una vez nacido el hijo, el padre debía decidir si lo reconocía o no como legítimo, entonces lo exponía o se recurría al infanticidio. En un matrimonio en que no se pudiera procrear, el marido podía solicitar el divorcio y se consideraba culpa de la esposa.
Hasta los siete años la educación estaba a cargo de la madre, de lo que Platṕn se lamentaba, y no era muy diferente entre hombres y mujeres, pero a partir de esa edad se separaba a los niños y se les asignaba tutores a los hombres para el aprendizaje político y militar. Las niñas quedaban con su madre y se les enseñaba a cocinar, limpiar, tejer, supervisar a los siervos, conocer algunas remedios caseros, tocar música y bailar. En estratos sociales superiores, también a leer y escribir. Las virtudes más importantes en ellas eran la sumisión, la abstinencia y el silencio.
El ejemplo más claro de ideal griego es Penélope, esposa de Ulises, quien después de enamorarse de él en Esparta, se trasladó Itaca donde concibieron a Telémaco y que posterior al viaje de Ulises a la guerra, lo esperó durante 20 años, tejiendo y resistiendo los ofrecimientos de admiradores que querían desposarla.
Las de estratos sociales más bajos debían por obligación trabajar fuera del hogar, en puestos de comercio principalmente, o en oficios como el de parteras. Se consideraba impuro todo lo relacionado con el parto y quizás por ello las parteras eran también mujeres.
Un ejemplo de ello es la historia de Agnódice, partera y ginecóloga; quien debió viajar a Egipto para aprender medicina y quien debía disfrazarse de hombre para ejercerla. Por envidia de sus pares médicos, fue acusada de violar a sus pacientes. Para poder defenderse, en el juicio decidió develar su identidad femenina, entonces, la acusación cambió a suplantación de identidad. Las otras mujeres la defendieron, causando una de las primeras revueltas femeninas conocidas de la historia. Después de un breve debate, entre esposas y esposos, en el juicio, Hagnódice se salvó de la pena de muerte, fue liberada de los cargos impuestos en su contra y se logró un cambio en la ley ateniense para que las mujeres pudieran ejercer la medicina.
b.- Prostitutas (porné): Equivalente a la prostitución actual mediada por proxenetas.
c.- Concubinas (pallagué): Mujeres que podían poseer los hombres para su satisfacción sexual y con quienes podían tener descendencia ilegítima. Colaboraban en el oikos con la esposa.
d.- Cortesanas o hetairas, eran mujeres libres que podían ejercer de prostitutas o damas de compañía, mujeres cultas y refinadas que solían ser extranjeras, podían salir a la calle e incluso tener propiedades, pagaban impuestos, etc. Platón, Epicuro, Sófocles, entre otros, buscaron su compañía. Formaban parte en los simposios y sus opiniones y creencias eran además muy respetadas por los hombres. Obviamente que, a diferencia de la mujer tradicional griega, las hetairas tenían una gran educación, independencia económica y pagaban impuestos.
Participaron en otros roles u oficios como poetisas, actrices de teatro, coristas, modelos de escultores, profesoras de ciencias como retórica o logografía.
Ejemplo de ellas es Aspasia. Ella era una metic (una persona no nacida en Atenas sino en Mileto) y, en consecuencia, no se le permitió casarse con un ateniense y tuvo que pagar un impuesto para vivir en Atenas, donde manejaba un salón.
Aspasia fue la pareja de Pericles (c.495-429 a.C.) después de que él dejara a su esposa, tuvieron un hijo llamado Pericles el Joven. Es reconocida como una figura importante hoy en día, ya que desafió las políticas restrictivas de la sociedad ateniense con respecto a las mujeres para vivir su vida de acuerdo con su propia visión. En la era moderna, se le entiende como una intelectual y maestra de enorme capacidad cuya influencia en los escritores y pensadores masculinos famosos de su época fue significativa.
Se le reconoce haber sido experta en retórica y experta como logógrafa, equivalente a la actual taquigrafía. Por su extrema pericia en este arte, por su capacidad para rodearse de los más ilustres y reconocidos intelectuales de su época y por contribuir de forma activa al florecimiento de la vida cultural en Atenas, consiguió la admiración y el respeto de filósofos, artistas e ilustres demócratas, entre ellos Sócrates. Pero también por su condición de extranjera, por su supuesta influencia sobre Pericles y por llevar una vida de mujer libre e independiente, impropia de una esposa ateniense, fue atacada, ridiculizada y vilipendiada por los conservadores y por los comediantes, como Aristófanes.
Aspasia aparece en las obras de Platón, Jenofonte, Esquines y Antístenes, Algunos estudiosos argumentan que Platón la admiraba y se inspiró en ella para el personaje de Diótima de su obra El Simposio, si bien, por el contrario, otros afirman que Diótima podría ser un personaje histórico distinto que realmente habría existido.
e.- Sacerdotisas (pitias), siendo la religión una parte importantísima del mundo de la Antigüedad, éstas sobre todo se encargaban de las divinidades femeninas, aunque había excepciones como el oráculo de Delfos (dios Apolo).
Hubo que esperar a la época helenística para ver a grandes figuras femeninas emerger en el mundo griego, ya en decadencia después de la muerte de Alejandro Magno, tal es el caso de reinas como Berenice, Arsínoe o Cleopatra.
EL ROL DE LA MUJER EN ESPARTA
Conocemos a Esparta por la eutanasia de los bebés débiles, lo que es un aspecto de la configuración de una sociedad guerrera, que también afecta al rol femenino.
En Esparta, la mujer gozaba de igualdad ante el hombre, tanto en la formación en la educación, atlética y artística, como también una igualdad jurídica, incluso tenía un especial privilegio sobre las propiedades, bajo un sistema de gobierno de reyes y reinas, conocido como diarquía. Las mujeres de Esparta tenían más derechos y gozaban de una mayor autonomía que las mujeres de cualquier otra ciudad-estado griega del periodo Clásico (siglo IV y V a.C.). Podían heredar propiedades, poseer tierras, hacer negocios, y estaban mejor educadas que las mujeres de la antigua Grecia en general.
A partir de los siete años, los niños espartanos se educaban en la agogé, al menos en algunos periodos de la historia de Esparta. Parece que cuando Esparta institucionalizó la educación de los niños, también lo hizo con la educación de las niñas. Sin embargo, al contrario que los niños, las niñas espartanas se criaban en casa con sus madres mientras las educaban. Las mujeres también realizaban actividades físicas, como la gimnasia y la danza, para que pudiesen dar a luz a bebés más sanos.
La alfabetización en Esparta estaba limitada a la élite más que a la diferencia de género. Se conservan anécdotas protagonizadas por madres espartanas que escribían cartas a sus hijos cuando estaban lejos. Además de leer y escribir, las mujeres también aprendían mousike, disciplina que no solo hace referencia a la música, sino también a la danza y la poesía. También parece que aprendieron a tocar instrumentos musicales, tal y como aparece en las estatuillas que se conservan.
El régimen de ejercicio espartano para niñas fue diseñado para hacerlas tan aptas como sus hermanos, incluso aprendían a montar a caballo. Su rutina de ejercicios también incluyó correr, luchar, el lanzamiento de disco y jabalina, y pruebas de fuerza. Participaban de las competencias y festivales, lo que estaba vedado a las mujeres atenienses.
Las mujeres espartanas contraían matrimonio relativamente más tarde que sus contemporáneas de otras regiones de la antigua Grecia. Mientras que las niñas atenienses se solían casar por primera vez en torno a los catorce años, con hombres muchas veces mayores, las espartanas se casaban en torno a los 18 con hombres de más o menos su misma edad. Puesto que los hombres estaban a menudo en el ejército, las mujeres casadas tenían mayor libertad y más responsabilidades. Ellas se convertían en propietarias de la casa y estaban al cargo de las pertenencias familiares mientras sus maridos estaban lejos.
Como en Atenas, la importancia del matrimonio era tener hijos, el rol de las mujeres consistía en la crianza de niños sanos y fuertes, debiendo mantener buenos hábitos y cuerpo atlético. Bajo la ley espartana, las mujeres que morían durante el parto y los hombres que morían en una batalla se ganaban el honor de tener sus nombres inscritos en sus lápidas.
Una diferencia era el hecho que se realizaba un período de prueba de fertilidad antes de casarse. Dado que el propósito de la sociedad espartana era la fortaleza militar, al Estado espartano sólo le interesaba que el progenitor fuera ciudadano, aunque no fuera el esposo de la madre.
Las mujeres jóvenes dejaban crecer su pelo y no se lo cubrían, pero una vez contrajesen matrimonio ya no tenían permitido tenerlo largo, ni tampoco descubierto, por lo que se cubrían la cabeza con velos.
Los espartanos practicaban la poligamia, hombres mayores permitían que hombres más jóvenes y aptos fecundasen a sus esposas, incluso hombres solteros o sin hijos, podían incluso solicitar la esposa de otro hombre para tener hijos, siempre que ella hubiese sido portadora de niños fuertes.
Todas las mujeres espartanas, no solo las ricas, se aprovechaban del trabajo de esclavas para realizar las tareas domésticas que, en otras regiones de Grecia, habría estado en manos de las mujeres libres. Algunas actividades que eran consideradas «trabajo de mujeres» en toda Grecia, como coser, no se consideraban aptas para las mujeres libres de Esparta; las espartanas estaban más preocupadas por la gobernanza, la agricultura, la logística y otras tareas de sustento.
El rol de la mujer en Roma
La mujer ocupó un lugar destacado en la antigua Roma, en comparación con otras sociedades antiguas.
También existían las categorías de matronas (las esposas madres), prostitutas, sacerdotisas, esclavas. En la Roma antigua, la mujer era considerada inferior según las leyes y dependía siempre de la autoridad de su padre y, si contraía matrimonio, de la de su esposo. Podía ser repudiada por su marido y devuelta. Su rol era muy similar a la mujer ateniense, incluso peor, considerada un bien material. Sin embargo, al principio de nuestra era empezó a emanciparse, superando el rol tradicional que le había sido impuesto y encarnando principios positivos como la fertilidad, la prosperidad, la creación o el poder del destino.
Esto comenzó a suceder a partir del siglo II a. de Cristo, cuando las mujeres matronas comenzaron a tener protagonismo en la vida de la ciudad de Roma, algunos ejemplos son:
- Hortensia, en el siglo I a C, hija de un cónsul romano que pasó a la historia por su talento como oradora. Ella es conocida por dar un discurso frente a los miembros del Segundo Triunvirato en el año 42 aC, que dio lugar a la derogación parcial de un impuesto que afectaba a las mujeres romanas adineradas. Como miembro de la aristocracia, Hortensia creció en una familia rica, y por lo tanto, tenían acceso al griego y la literatura latina desde una edad temprana. Más tarde se centró en el estudio de la retórica mediante la lectura de los discursos de los gustos de su padre y prominentes oradores griegos.
- Sulspicia la Mayor. Sulpicia es la primera escritora romana de quien se conservan textos poéticos. Se estima que nació entre los años 40-30 a.C. y que escribió sus poemas entre los años 20-10 a.Cc. Los poemas de Sulpicia, el denominado “ciclo de Sulpicia”, se conservan en el libro III del Corpus Tibullianum.
- De Melino: poetisa del siglo II d. C. que escribió su obra Oda a Roma, un poema que ensalzaba la grandeza del Imperio”
Hubo también otros nombres como Cornelia y Fulvia, esposas de hombres importantes que tuvieron clara ingerencia en sus decisiones.
Otras modificaciones legales que permitieron cierta libertad a las mujeres de sus tutores se produjeron en este período, entre las leyes de la Legislación Augustea se estipulaba que una mujer quedaba libre de cualquier tutela cuando engendraba a tres hijos. Las leyes Julias hechas en el 18 a.C. propiciaron que las viudas o divorciadas volvieran a contraer matrimonio.”
“En Roma no vivían nada más matronas patricias. A su servicio se encontraban otras mujeres con mayor o menos libertad. Había sirvientas que se especializaban en la educación de los niños y niñas de la familia, había también masajistas, lectoras o artistas. En los hogares ricos y acomodados había un rango de esclava conocido como “vílica”, una especie de ama de llaves que se encargaba de vigilar al resto de los esclavos. En esa Roma se empezaron a vislumbrar profesiones como peluqueras, costureras, e inclusive comerciantes y comadronas. El trabajo de lana en un principio se realzaba dentro del hogar, pero luego con el tiempo dio paso a la existencia de pequeños talleres en los que tanto hombres como mujeres trabajan en conjunto. En la construcción hay evidencia de la participación de mujeres cuyos nombres fueron grabados en ladrillos.
“Hubo actrices y bailarinas cuando el teatro era un arte reservado a los actores. Hasta el siglo III a.C. se tiene el dato de la primera mujer actriz mímica, de origen heleno cuyo nombre fue Antiodemis. Al igual, la prostitución fue otro escenario en el que las mujeres trabajaron como meseras aparte de ofrecer sus servicios sexuales. Hay registro de dos mujeres gladiadoras (gladiatrix) cuyos nombres fueron: Achlia y Amazona. Las gladiadoras aparecen documentadas desde la época del emperador Nerón. Sin embargo, la figura pública de la mujer en la cúspide del poder no tuvo un rol oficial. No encontramos en la historia de Roma a ninguna emperatriz ( imperatrix) que ostentara el poder por méritos propios, en cambio si muchas esposas o hijas de la casa imperial que tuvieron el honor de ostentar el titulo de Augusta, pero siempre por voluntad específica de algún emperador, pues no todas las mujeres de las distintas dinastías imperiales tuvieron su importancia como legitimadoras del poder y culto imperiales.”
La religión también tenía su papel importante. El pater familias era considerado como una especie de sacerdote elegido por la divinidad para proteger a su familia, era el encargado dentro de los ritos dentro de la familia, unos ritos personalizados adaptados a cada realidad familiar. Sólo las vestales y las flaminias consagraron su vida a una divinidad y participaban en rituales dedicados a cultos extranjeros en lugares alejados del núcleo ciudadano. Una de las divinidades más veneradas fue la diosa Fortuna. También la diosa Vesta (herencia de la diosa Hera de los griegos). Las vestales tuvieron un nivel de emancipación elevado respecto a las mujeres casadas, y podían participar en los actos públicos.
Sería hasta el siglo III con el cristianismo se darían otras circunstancias, como el origen de la vida monacal con aquellas mujeres que se recluían en cuevas para vivir en una vida de renuncia y oración. Viudas, diaconisas y Madres del Desierto fueron el inicio de una vida monacal que daría fruto más adelante en la Edad Media. Cuando el cristianismo se convirtió en religión oficial utilizó la misma violencia hacia las mujeres paganas que defendían la ortodoxia, allí encontramos el caso de la filósofa Hipatia de Alejandría. “
CONCLUSIONES:
A pesar de lo inspirador que se nos ofrece la civilización griega y siempre mucho más la ateniense por sobre la espartana, es claro, que era una sociedad patriarcal, con un rol femenino muy secundario, relegado al espacio familiar, con una vida femenina a la sombra del hombre y suspendida cuando el hombre no estaba,
La sociedad ateniense revela la imposibilidad de que una mujer pudiera simultáneamente tener un rol materno, asociado al desarrollo intelectual, pareciendo siempre mutuamente excluyentes. En la sociedad occidental actual esta prohibición no existe, pero involucra una conjunción de roles que a veces es difícil de sostener y genera tensión emocional, familiar y social.
Llama la atención el cómo un paradigma de estado, como se observa en Esparta, determina conductas y roles en el espacio interior de los hogares.
En los ejemplos presentados, se observa como la presión social y el desarrollo de leyes igualitarias, han influido en niveles crecientes de autonomía de las mujeres.
Las transformaciones sociales, no se produjeron en forma instantánea, observamos un camino de siglos. Tener la paciencia y la visión de futuro nos permitirá tomar las acciones que dirijan nuestros actuaciones sociales o políticas de modo de ser influencia positiva en ellos.
Este camino de siglos comporta la amenaza de caer en polaridades y desvirtuar la necesaria complementariedad de roles sociales, que no son negro o blanco, sino diversos.
Es un ideal, una cultura igualitaria, intergeneracional, sin distinción de roles más que los meramente instrumentales y temporales, basada en la meritocracia, en el respeto mutuo y en la valoración fraterna. -
Linkografía
https://es.wikipedia.org/wiki/La_mujer_en_la_Antigua_Grecia
https://historiaeweb.com/2017/10/24/mujer-antigua-grecia/
https://okdiario.com/curiosidades/cual-fue-papel-mujer-antigua-grecia-3263996
https://www.mexicosocial.org/la-mujer-en-la-antigua-grecia-clasica/
https://es.wikipedia.org/wiki/Mujeres_en_la_antigua_Esparta
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/exposicion-mujer-sociedad-romana_9853
https://www.mexicosocial.org/la-mujer-en-la-antigua-roma/
BIBLIOGRAFIA
FERNÁNDEZ GARCÍA, V. (2009): «Los trabajos femeninos en el oikos de la Grecia Clásica: la madre, la cuidadora, la administradora», en Cuestiones de género: de la igualdad y la diferencia, nº 4, pp. 15-50.
FUENTES SANTIBÁÑEZ, P. (2012): «Algunas consideraciones entorno a la condición de la mujer en la Grecia Antigua», en INTUS-LEGERE HISTORIA, vol. 6, nº 1, pp. 7-18.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Massa sapien faucibus et molestie ac. Nulla facilisi morbi tempus iaculis urna id volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Massa sapien faucibus et molestie ac. Nulla facilisi morbi tempus iaculis urna id volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.
Esto es una cita. Utilice este espacio para citar alguna declaración de otros recursos externos. Para editar esta cita, haga clic en el texto y reemplácelo por su propio contenido fresco. Escriba el texto directamente o pegue el texto copiado aquí.
Massa sapien faucibus et molestie ac. Nulla facilisi morbi tempus iaculis urna id volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Massa sapien faucibus et molestie ac.
Este es el primer artículo de su lista
Este es el segundo artículo de su lista
Este es el tercer artículo de su lista
Este es el primer artículo de su lista
Este es el segundo artículo de su lista
Este es el tercer artículo de su lista